Un estudio afirma que invertimos 17 minutos diarios en elegir estilismo. Eso se traduce en 6 meses a lo largo de nuestra vida combinando ropa.
Nos pasamos seis meses de nuestra vida eligiendo qué ropa ponernos. El mismo tiempo que dura un invierno en el polo norte o la hibernación de un oso, las personas estamos frente al armario reflexionando cómo combinar ese arsenal de ropa que, de repente, no nos convence lo más mínimo. Puede sonar exagerado pero, si sumamos los 17 minutos que de media tardamos en elegir el outfit diariamente, las matemáticas no fallan: cuando cumplamos los 60 habremos gastado medio año de nuestra vida en combinar ropa, estrujándonos el cerebro entre camisas y pantalones.
Al menos, así lo afirma un reciente estudio publicado por la marca británica Mark & Spencer. De las 2.000 personas encuestadas en la investigación –tanto hombres como mujeres– una décima parte confesó que solía llegar tarde al trabajo porque habían perdido tiempo decidiendo cómo vestirse y uno de cada 20 declaró haber llegado a cancelar la cita al no saber qué ponerse. ¿De verdad es necesario tanto drama para no salir a la calle con el estilismo equivocado?
“Actualmente la imagen es muy importante en nuestra sociedad. Si no vas con la convicción de ir bien vestida, tu seguridad personal y profesional pueden mermar. Por el contrario, si te sientes a gusto te ves capaz de todo. Cuando en un primer encuentro se ofrece una mala imagen resulta difícil cambiar después la opinión negativa que los demás han elaborado sobre ti. Cada vez somos más conscientes de esta realidad, por eso empleamos tanto tiempo en combinar ropa y ofrecer la mejor versión de nosotros mismos”
Según los datos de la investigación, incluso después de haber decidido el estilismo del día las cosas pueden ir mal: el 62 % de las mujeres y el 33 % de los hombres han experimentado ‘wardrobe rage’ –algo así como ‘rabia contra su armario’– y el 15% del total percibió que había elegido la ropa equivocada, hecho que les hizo sentir mal el resto del día. Para evitar perder más de un cuarto de hora diario (seguro que será más provechoso emplearlo durmiendo o preparando un buen desayuno) y evitar salir de casa malhumorado dejando una pila de ropa esparcida en el suelo.
Te aconsejo:
. “Dedicar media hora cada domingo a pensar y probarse los estilismos que llevarán esa semana. Si tienes claro lo que vas a ponerte cada día y lo preparas la noche anterior, no hay margen de error. Pero si te levantas corriendo y no has preparado tu ropa, te pondrás cualquier cosa y puede que estés lamentándolo el resto de la jornada”.
Un estudio publicado el año pasado por la cadena de ropa británica Matalan coincide en que: si eliges la ropa la noche anterior tardas un minuto menos que si lo haces por la mañana. La diferencia es bastante insignificante pero lo importante es empezar el día con menos estrés.
Sea como sea, el tiempo invertido en elegir outfits es infinitamente menor que el que invertimos en ir de compras. Hace unos años, la agencia de investigación de mercado OnePoll encuestó a 2.000 mujeres y descubrió que cada año invierten más de 100 horas y 30 visitas para comprar ropa, 40 horas y 15 viajes en busca de zapatos y unas 50 horas al año mirando vitrinas. ¿Tanto tiempo empleado en comprar ropa y accesorios para después no tener nada que ponernos? Quizá el problema radique en que compramos mal. «Es importante hacerse con un par de looks comodín para salir airosa ante cualquier imprevisto: un vestido negro de corte sencillo, unos pantalones y un blazer negros y una blusa blanca de calidad son un acierto.Si surge cualquier evento social de última hora, los combinas con los complementos adecuados y el resultado siempre será bueno»
El orden del armario también juega un papel importante para tener todo a mano y no malgastar más tiempo. La mayoría de las veces tenemos más prendas de las que caben en él y muchas terminan olvidadas, arrugadas o ambas cosas.
Hacemos hincapié en la importancia de tener «un armario ordenado con la ropa de cada temporada en perfecto estado y muy a mano».Ahora que toca hacer transición y cambiar las prendas, más vale ponerse manos a la obra y organizar el armario. Si necesitas un aliciente para enfrentar la tarea, recuerda: más vale gastar un par de horas en ordenar el armario que seis meses de tu vida en pensar cómo combinar ropa.