¿Sientes que cada mañana entras en conflicto con tu armario?
No me canso de oír a mis amigas y a clientas que no tienen nada que ponerse, incluso a veces yo misma, y sin embargo cuando abro sus armarios parecen Galerías Lafayette.
Son armarios repletos de prendas compradas para una única ocasión o prendas con etiqueta, o simplemente prendas que ya dan pereza.
Suelen ser closets con torres de pantalones, jerséis en fila india o vestidos superpuestos que no consiguen armar un buen look con el que salir con una sonrisa por las mañanas.
Incluso llegan momentos de renuncia por ir bien vestidas, dejando que el instinto te empuje a ponerte una sudadera y olvidarte de pisar la calle en todo el día.
¿Cuántas veces te has encaprichado de una prenda de vestir, ya sea por su diseño, color, tacto o incluso, el precio, y al final se acaba quedando en el fondo del armario hasta desaparecer?
Y te preguntarás ¿por qué pasa esto?
La realidad es que no compramos pensando en cómo y cuándo ponerte ese look y cómo se ajusta a tu silueta, armonía de color y a tu estilo de vida.
Por lo que, sí, tu clóset está lleno
Reconciliarte con tu clóset/armario te ofrece el camino para encontrar tu propio estilo y sacar mayor partido de las prendas que se han perdido dentro de él.
Te invito a que desempolves tu lado más romántico y que te vuelvas a enamorar de tu ropa, y así revolucionarás tu armario y a ti misma. Que sepas que te reinventarás sin lugar a duda.
¿Quién dijo que 'nunca segundas partes fueron buenas’?
"No compramos pensando en cómo y cuándo ponerte ese look”
Este es tu momento de idilio con tu closet y el resultado de esta nueva oportunidad será conocer, no sólo cada prenda por su diseño o su patrón o su color, sino por la energía que transmite o lo que sientes tú al comprarla y al llevarla en un determinado momento, o la bonita aventura que hay detrás.
Cuál es nuestro objetivo, que tu clóset hable de ti, de tu estilo y personalidad, y que cuando lo abras te transmita paz y felicidad y encuentres cada día el look ideal.
En definitiva, que vuelen mariposas en el estomago al verlo, como una enamorada.
1. Ordena y haz una buena limpieza de armario.
Deshazte de aquellas prendas estropeadas, de esas que hace años que no te pones y de las que no son de tu talla, retíralas al trastero o dónalas para que tenga una segunda vida.
Convéncete de que ya no sirven esas camisas o vestidos que ya no te inspiran absolutamente nada , y de que guardar esos pantalones que se volverán a llevar dentro de cinco años, lo único que hacen es reducir tus opciones para la búsqueda del look diario.
2. Crea un buen fondo de armario.
Combina ropa de tendencia con ropa de tu fondo de armario y acertarás en tus looks. De colores neutros, que pegan con todo, como gris, beige o blanco; es decir, cualquier color que al combinarlo con otro no le reste importancia a la prenda. Serán la tabla de salvación en los días de 'no sé qué ponerme'.
Los mejores básicos: unos jeans, un sweater cool, la famosa camisa blanca, camisetas de cuello redondo o de pico, un pantalón negro y vestido acorde a tu silueta.
Y sobre todo, apréndete estos truquis que harán subir tu look como una manga remangada, un bajo hacia arriba, una esquina del jersey remetida por la falda, o el famoso french tuck (que es llevar una parte de la camiseta o camisa por dentro de los pantalones y otra parte por fuera).
Lo que no te convence, sin mirar atrás, bye bye.
3. Analiza tu estilo de vida y tus necesidades.
Por ejemplo, el 70% de tu gasto en ropa para trabajar, 15% de tu gasto en ropa para salir y ocasiones especiales, y 15% de tu gasto en ropa informal y casual.
Si trabajas en casa, tener muchos blazer igual no funciona, estudia esos momentos para sacar ideas y crear tus combinaciones perfectas.
4. Usa la 'Regla de 1 prenda 3 looks'.
Tu closet será versátil y duradero porque aprovecharás todo y te lo podrás poner todo.
Tendrás una buena base con la que trabajar cuando tengas que meterte en faena y mezclar los diferentes estilos de tu closet. Si llenas tus estanterías con prendas a lo loco bloquearán tu imaginación porque apenas combinan entre sí, y tendrás días de 'no sé qué ponerme' más a menudo.
"Puedes recurrir a combinaciones que sepas que son un éxito seguro"
5. La inspiración
Tendrás cientos de ideas para ponértelo o para comprar prendas que queden genial con ese pantalón, sin olvidar lo que se adecúa más a tu estilo personal.
Es un buen momento para crear tu propio un tablón de Pinterest o una cuenta de Instagram: cuando tengas un día torcido o simplemente no te apetezca hablar con tu closet, recurre a las gurús de la moda para buscar inspiración.
Enseguida verás nuevas maneras de combinar prendas, estampados y colores.
6. Utiliza comodines: siempre blanco y negro o apuesta por un look ganador.
Prueba con jersey de punto en crudo con cuello pico o una camisa, unos buenos vaqueros o una falda midi, medias tupidas y unas zapatillas blancas; o más rockero, como una camisa negra estampada con una cazadora moto de cuero y pantalones en negro y unas botas estilo militar.
Puedes recurrir a combinaciones que ya sepas que son un éxito seguro. Además de ir de 10, te sentirás bien porque ya conoces el sentir con la imagen que transmites.
En definitiva, reencuéntrate con tu closet y tu ropa.
7. Utiliza el efecto sorpresa.
En definitiva, tenemos la sensación de ir de uniforme.
Pues bien, para romper con todo, céntrate en otra cosa que no sea la ropa: ¿qué te haría sentir mejor? Usar un color de uñas diferente o un rouge de labios si no sueles llevarlo a menudo, experimentar con un peinado nuevo que puedas hacerte en cinco minutos o probar con una máscara de pestañas de maxi volumen.
Son pequeños matices que apaciguan el efecto uniforme del que queremos huir.
8. Apuesta por los complementos.
Busca fulares lisos, y pañuelos con estampados, cinturones con hebillas singulares, gafas de sol, pintalabios y voilá. Estilo instantáneo.
9. Ten una buena organización y orden.
Analiza qué tipo de prendas tienes y cómo podrías aprovechar mejor los espacios. A veces basta con doblar jeans en vez de percharlos, doblar la ropa de deporte en vertical o colgar los vestidos a la mitad para que no arrastren.
Unificar prendas o agrupar tu ropa por tipos, es decir, cada oveja con su pareja. Un truquito adicional es colocar las prendas siguiendo el orden en que te vistes.
Un ejemplo puede ser colocar en las baldas superiores jerseys, debajo camisetas y después pantalones.